agresión homófoba

LA VÍCTIMA DE UNA AGRESIÓN HOMÓFOBA 

RECUERDA EN EL JUICIO 

CÓMO FUERON APUÑALADOS POR UN MEnor.

El tener educación o no, lo que es lo mismo que saber respetar a nuestros conciudadanos, nos diferencia a  las personas de la gentuza. 

El hecho de tener estudios y conocimiento nos puede ayudar a entender cómo a lo largo de la historia se han dado situaciones similares. Hace poco vimos en clase cómo en la España pre-republicana -1935/6-la mujer no tenía derecho al voto. No han pasado ni cien años y hoy día, no podríamos entender que alguien proclamara este derecho, porque todos y todas lo tenemos asumido. De igual manera, ocurre con el tema de la homosexualidad, tanto de hombres como de mujeres.

"No me han dejado ser dueño de mi vida. Nos han sacado del armario a punta de navaja, porque en mi entorno, sobre todo laboral, no se sabía que era gay y ahora, con lo que pasó, todo el mundo lo sabe. Hemos tenido que dejar de estudiar, porque tras la agresión han sido muchos momentos de nervios. No duermo, y menos la noche anterior al juicio -se celebró el pasado viernes en Bilbao-; de hecho, me han diagnosticado un estrés postraumático. Mi compañero estuvo un mes debatiéndose entre la vida y la muerte y, ahora, tiene problemas respiratorios". Así, casi de carrerilla, Imanol -nombre ficticio de la víctima- relata  las secuelas de la agresión homófoba que sufrió junto a su compañero el pasado mes de octubre en las escaleras de Mallona, en Bilbao, y cuyo juicio se celebró el pasado viernes en la villa. Tienen 20 y 22 años -pocos más que sus agresores, cinco menores de entre 13 y 17 años- y han vivido una situación que lleva a tiempos pasados cuando ser homosexual era considerado como un visado para la agresión.

Imanol y su amigo aprendieron la lección el pasado 31 de octubre. Él es guipuzcoano y llegó a Bilbao para pasar una noche de diversión con su amigo vizcaino. Estaban en las escaleras de Mallona, junto al ascensor del metro en Begoña, cuando... "llegaron insultándonos, nos llamaban maricones y demás insultos homófobos, y nos rodearon", relata Imanol. "Era un círculo perfecto, que no nos dejaba salir. De pronto, noté un golpe en la espalda y, cuando me 

toqué y vi sangre, le dije a mi compañero que teníamos que salir de allí sin pensarlo. Vimos un hueco y echamos a correr, pero mi compañero tropezó y le pillaron en el suelo. Le dieron patadas y, entonces, uno de ellos se fue a él con una navaja y se la clavó en el estómago. No sé cómo, ni qué hice, pero sea lo que fuera les asusté y echaron a correr. Yo llamé a la Ertzaintza y me fui tras ellos".

Escaleras de Mallona abajo, Arenal, Arriaga, Casco Viejo, Ribera... Imanol iba diciendo a los agentes por dónde huían los menores agresores, mientras otra patrulla auxiliaba a su amigo. Finalmente, tres fueron detenidos en la plaza del Arriga; los otros, al día siguiente. Él precisó ayuda médica, pero pudo regresar a su casa; su amigo estuvo un mes en el hospital con heridas muy graves que le han dejado problemas respiratorios

NUEVE HORAS DE JUICIO El pasado viernes, el juzgado de Bilbao acogió una vista maratoniana, con más de nueve horas de juicio. De los cinco supuestos agresores, solo cuatro pueden estar imputados, ya que el quinto tenía 13 años en el momento de la agresión y, por lo tanto, no alcanza la edad penal. Este último acudió al juicio en calidad de testigo. Los menores reconocieron ante el juez su participación en los hechos y, según fuentes del proceso, admitieron que sabían que el supuesto agresor material llevaba una navaja. Al parecer, en su testimonio, los cinco coincidieron en que ninguno tenía intención de robar ni de matar, pero que "se les fue de las manos".

En cualquier caso, se trata de cinco menores con numerosos problemas judiciales. Según las mismas fuentes, el supuesto agresor tiene pendiente otro juicio por robo con intimidación -lo mismo que el cabecilla del grupo- y el día de la agresión estaba en libertad vigilada. Además, se le ha acusado de más de veinte delitos. Todos ellos han pasado por varios centros de menores.